Nuestra ciudad tiene características que permanecen en el tiempo, ha recibido golpes de un contexto general que si bien la conmocionan a veces, pero esos impactos que explotan en escenarios nacionales no han conseguido apartarla de su rutina. Trabajo, educación, familia y otros conceptos de fierro se han constituido en un orden que hace de escudo contra los dramas argentinos. Inseguridad se llama hoy el enemigo número uno de la sociedad argentina, las grandes ciudades amenazan con convertirse en zona de vida imposible por la cantidad de robos y muertes que se suceden a diario. Por eso, una ciudad que parece aislada de ese flagelo, es un territorio que debe valorarse y conservarse.